El aceite de oliva virgen extra , de las variedades más típicas de la Subbética , Baena – Cabra. Entre ellas podemos destacar el hojiblanco, picual, picudo, pajarero, castacabra y algunas variedades más en menor proporción.
En nariz podemos destacar un frutado maduro de intensidad baja. Percibiremos suaves aromas a nuez y frutos secos.
En boca nos encontramos un aceite dulce, con escasez de amargo y picante. Es un aceite fluido, nada astringente y poco persistente. En el paladar volvemos a encontrarnos con suaves recuerdos a frutos secos.
Es un aceite muy suave y equilibrado.
Se ha buscado un aceite con estas características para que pueda ser usado para todo. Puede utilizarse en guisos, frituras, aderezos, en crudo… Por sus características no altera el sabor original de los alimentos.
Además, es ideal para aquellas personas que no están acostumbradas a aceites con más cuerpo y más personalidad que sí les dan su toque diferencial a las comidas.
Este aceite es pasado por un filtro mecánico para eliminar los posibles restos de pulpa y agua de vegetación con el fin de darle su característico tono dorado brillante transparente y poder mantenerlo durante todo el año en unas condiciones óptimas sin alterar sus propiedades y características. Es un proceso totalmente ausente de tratamientos químicos.